Con el desarrollo de tantas organizaciones con fines de lucro, la competencia es cada vez más desafiante. Lograr el éxito depende de una gran cantidad de factores; tantos que muchas veces la propia organización no puede encargarse de todo el trabajo y necesita otras organizaciones de confianza que actúen como aliados estratégicos con el fin de generar una dinámica de trabajo exitosa. En pro de este objetivo, las organizaciones puede elegir entre delegar a un outsourcing o equilibrar con outtasking.
Outsourcing y Outtasking son formas de trabajo que tienen cierta relación y que vale la pena entender a profundidad para comprender las opciones que tiene una organización para mejorar su dinámica de trabajo.
¿Qué es Outsourcing y Outtasking?
El outsourcing, que también se conoce como BPO, hace referencia a la delegación que realiza una organización en otra para que realice parte de las labores funcionales u operativas de la misma. Este tiene el fin de mejorar los procesos y garantizar el apropiado funcionamiento de la empresa. Por lo que, las organizaciones tiene la posibilidad de delegar en expertos ciertas tareas indispensables, sin la necesidad de invertir tiempo en selección de personal y con la posibilidad de invertir de manera conveniente.
Para encargar tareas a una segunda organización, es necesario que la empresa principal confíe en esta información y cierta capacidad de decisión. Es por ello que al realizar la contratación de un outsourcing es muy importante tener en cuenta su reputación y experiencia. Sin embargo, si los integrantes de la organización o negocio no se sienten preparados para delegar completamente parte de las actividades de la organización en manos de otros; existe una opción para conseguir la ayuda necesario y mantener las funciones de manera interna: el outtasking.
El outtasking es una modalidad de externalización de labores, pero dirigida solo a tareas específicas. Muchos consideran que es forma de trabajo es una modalidad de outsourcing. Mediante el outtasking, la empresa que lo requiere tiene la posibilidad de delegar tareas a profesionales altamente calificados; sin ceder el control general del proceso.
Esta modalidad puede ser muy útil en el área de las TI. Mediante el outtasking, la organización sigue siendo responsable del sistema general; pero obtiene la posibilidad de recibir colaboración para llevar a cabo actividades específicas que requiere. El outtasking se considera como un paso hacia un posible futuro outsourcing.
Diferencias y Semejanzas
Estas modalidades de externalización de procesos tienen en común que la organización que lo requiere puede contratar a una empresa para dirigir parte de las actividades de su compañía. Esto permite satisfacer necesidades de manera mucho más eficiente que si la organización lo hiciera por medios propios e incluso representa un ahorro en inversión. La empresa secundaria que brinda el servicio de outsourcing, también ofrece la modalidad outtasking.
Así mismo, presentan ciertas diferencias:
- Con la contratación de outsourcing se delegan procesos amplios, complejos y completos; mientras que con el outtasking la empresa principal es responsable de los procesos complejos y sólo obtiene la colaboración en tareas específicas de su preferencia.
- La contratación de outsourcing implica confiar información, datos y acciones a la empresa secundario; mientras que el outtasking no implica este tipo de responsabilidad por parte de la empresa secundaria.